Giovanni Burneo Lupino llegó desde su casa, en la ciudadela Simón Bolívar, hasta el Municipio de Guayaquil, con un solo objetivo: protestar. Era la mañana del lunes 4 de enero.
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Se cansó. Se cansó de que se perjudique a pequeños negocios y se cierren espacios al aire libre con pretexto de la pandemia y que, sin embargo, nada se haga desde la autoridad por las aglomeraciones registradas en centros comerciales y el transporte público.
Se cansó también de ver lo empapelado que quedó el puente de la Unidad Nacional con propaganda política, cuando ni siquiera empezaba la campaña, y de saber hoy, por EXPRESO, que exfuncionarios municipales son enrolados con otros cargos o prestan servicios a la entidad por sueldos superiores a $ 4 mil.
El hecho
No presentó su queja en oficio. Lo hizo con voz. Giovanni Burneo Lupino llegó al Cabildo ese día y empezó a exponer, por derecho, todos aquellos temas que lo hicieron pararse de la cama y salir a protestar, pero en lugar de hallar oídos encontró puños.
Presuntos funcionarios municipales agredieron al ciudadano, conocido en la urbe por su activismo por el derecho a la ciudad. Burneo fue, por ejemplo, quien cuando Jaime Nebot decidió cerrar el Parque Centenario, por seguridad, organizó, junto con un colectivo, plantones bajo el eslogan “Espacios Públicos Libres”.
Esta vez el reclamo era contra la alcaldesa Cynthia Viteri y el Partido Social Cristiano, contra el estatus quo al que esta urbe ha sido empujada, ese, dice Burneo, que aplica la ley del embudo cuando “se trata de sus negocios”.
El hecho quedó registrado en un video. Luego de que Burneo diga que “esa señora se limpia el trasero con nosotros”, alguien de seguridad le dio un trompón. Luego se armó una persecución de la que pudo escabullirse.
(…) Giovanni, abres el debate y expones el pensamiento del ciudadano. Quien no se indigne por ver cómo golpean a un ciudadano que denuncia o da un discurso sin agresiones, tiene un grave problema.
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Las medidas
El caso llegó a Fiscalía, arropado por la Federación Nacional de Abogados del Ecuador. Se ha impuesto una denuncia contra el agresor por presunta intimidación. El Municipio mantiene silencio al respecto.
Quien habla por Burneo es el abogado Carlos Medina, director del colectivo de profesionales. Explica que la pena puede ser de 1 a 3 años de cárcel para el agresor y enfatiza en que es incomprensible que se coarte el derecho a la libertad de expresión y protesta.
“Lo golpearon entre cinco y ocho personas. Es evidente que quieren sofocar cualquier intento de protesta. Todos estaban vestidos de civil, pero trabajan para Viteri”, asegura.
Hemos denunciado el hecho en base del artículo 154 del COIP, por intimidación. Si le pasa algo a Burneo Lupino, que se sepa quién fue. Hay principios básicos que respetar: Libertad de expresión, opinión y derecho a la resistencia. Nada puede coartar eso. Ni siquiera una ordenanza.
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